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El Cercle de Cultura firma un convenio de colaboración con la SGAE

El Cercle de Cultura y la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) han firmado un acuerdo para trabajar conjuntamente en proyectos y actividades con un alto potencial de transformación social a través de la cultura. Ambas entidades comparten la visión de que la cultura es un elemento constitutivo primordial de la sociedad y, en consecuencia, es responsabilidad de todos.

El presidente del Cercle de Cultura, Jordi Pardo, y el director de la SGAE en Cataluña y Baleares, Luis Gómez, han mantenido un encuentro en la sede de la SGAE en Cataluña, en Barcelona, para definir las estrategias y programas de colaboración donde la creación sea una herramienta inclusiva y de empoderamiento. Con esta finalidad, la cultura podrá recuperar una mayor centralidad social.

Con la firma del convenio, la SGAE y el Cercle de Cultura establecen una alianza según la cual la cultura es cimiento y espejo de la comunidad y, por lo tanto, reflejo del talento, creatividad, valores, innovación y progreso como vía de cohesión social.

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Nota de prensa Noticias

Jordi Pardo releva Segimon Borràs como presidente del Cercle de Cultura

Jordi Pardo es el nuevo presidente del Cercle de Cultura, en sustitución del hasta ahora presidente Segimon Borràs, que termina su mandato al frente de la entidad. Pardo, que ejercía de vicepresidente en la anterior Junta, encabezaba la única candidatura que se había presentado.

Jordi Pardo es licenciado en Geografía e Historia, UB; FGAP y EMPA por ESADE, y gestor cultural. Desde septiembre de 2013 es director general de la Fundación Pau Casals. Ha dirigido y asesorado proyectos de cultura, desarrollo y regeneración urbana en diferentes países de Europa, América y Asia. Ha sido director del Proyecto del Museo del Diseño de Barcelona, ​​gerente del CCCB, y director del Parque Arqueológico de Empúries. Ha sido miembro del grupo de expertos de UNESCO (2011-2015), y del jurado de las Capitales Culturales de Europa de la Comisión Europea (2.011-2016).

La nueva junta está integrada por los vicepresidentes Eva Faustino, Jordi González Moltó y Segimon Borràs, Agustín Fructuoso que continúa como Tesorero / Secretario, y los vocales que ya formaban parte de la anterior Junta, Laura Bertran, Montserrat Bou, Belén Latorre, Esteve León, Alfons Martinell, Marta Puigderrajols, Fèlix Riera, M. Ángeles Torras y Ferran Audí. Y se incorporan Jordi Montaña, Miguel Ángel Barrabés, Mireia Mayolas, Pau Carrió y Carmen Fenoll.

El presidente saliente ha valorado muy positivamente sus cuatro años al frente del Cercle de Cultura, que ha definido como «un lugar de reflexión e intercambio de ideas transversal, tanto desde el punto de vista ideológico como sectorial, especialmente en la relación entre Economía y cultura, destacando todo lo que aporta la cultura a la economía «. Durante su mandato se ha impulsado el Foro Cultura 2020, coordinado por Jordi Pardo, se ha mantenido la relación con el Cercle de Economía y se ha redactado un Plan de Actuación y Gobernanza, sobre la organización y la participación los socios de la entidad.

El nuevo presidente ha mostrado su satisfacción e ilusión para poder continuar trabajando en un espacio plural, independiente y diverso, que puede ayudar a mejorar y sensibilizar respecto a los diversos sectores de la cultura. Pardo ha agradecido la confianza y la tarea de Segimon Borràs y de toda la junta de sumar esfuerzos, y ha querido destacar el hecho de que durante su último año de mandato ha tenido que encarar a una situación tan difícil como la pandemia. En cuanto a los objetivos del nuevo mandato, Pardo se marca como reto sumar esfuerzos, conectar el Cercle con otras iniciativas con las que comparten objetivos, y fortalecer el papel del Cercle en el debate sobre gobernanza y la gestión pública y privada de la cultura y en relación a la economía.

Objetivos de la nueva junta directiva

En este sentido, durante la Asamblea, la nueva Junta ha desarrollado estos objetivos del mandato, asegurando la voluntad de trabajar para lograr visibilizar la tarea y la programación estable del Cercle de Cultura, pensando en sus socios y en el conjunto de los sectores de la cultura, con el fin de convertirse en un espacio plural e independiente que represente los artistas, creadores, mediadores, los profesionales y representantes del ámbito privado empresarial, los profesionales del sector público y del trabajo comunitario y tercer sector.

También se ha marcado como reto de esta nueva etapa fortalecer los vínculos y la cooperación con el Cercle de Economía, con iniciativas diversas, y especialmente con la organización cada dos años del Congreso de Cultura y Economía, y situar el Cercle como un punto de encuentro con otras instituciones similares del Estado Español y la Unión Europea, abierta a iniciativas internacionales y especialmente del ámbito iberoamericano.

Asimismo, la nueva Junta del Cercle ha anunciado que los principales elementos de la nueva programación, enmarcada en el Plan Estratégico elaborado en 2020, deberían ser la puesta en marcha el Barómetro Cultural, la organización de las jornadas «Cultura y Economía», de carácter bianual y en colaboración con el Cercle de Economía y otras instituciones, así como impulsar conferencias y mesas redondas sobre temas de alto interés en el ámbito de la gobernanza de grandes infraestructuras y proyectos culturales, legislación sobre mecenazgo, patrocinio y participación social, el análisis de la cultura en su dimensión metropolitana, así como acoger en período electoral debates específicos centrados en políticas culturales, y todos aquellos que sean de interés general de los sectores de la cultura.

También se ha anunciado la voluntad de revisar los objetivos y prioridades recogidos a lo largo del proceso participativo Foro Cultura 2020, así como el establecimiento de una agenda de prioridades para establecer un diálogo y seguimiento con los responsables de las instituciones públicas competentes con materia de cultura, y con organismos y empresas relacionados con la cultura, economía creativa y sectores asociados como el turismo, la educación, y la industria audiovisual o el desarrollo territorial.

En las novedades presentadas en la Asamblea Extraordinaria celebrada hoy, el Cercle ha presentado el nuevo responsable de Comunicación, el periodista Joan Safont, que a partir de hoy se encargará, entre otras funciones, de llevar a la práctica las líneas de comunicación fijadas en el Plan de Comunicación de la entidad.

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Manifiesto Nota de prensa Noticias

Comunicado del Cercle de Cultura sobre los sectores de la cultura y los Fondos de Recuperación Europeos

Valor estratégico de la cultura en la recuperación y transición económica post-Covidien-19

En la perspectiva de la gestión de los fondos de recuperación europeos, el Cercle de Cultura plantea la necesidad de que estos fondos lleguen a los sectores de la cultura, para garantizar su capacidad de creación de valor y competitividad, reconversión y diversificación de actividades económicas tradicionales, e impulso de la innovación en otros sectores. El gasto público de la cultura en España se sitúa en torno al 1,2%, genera un impacto en el PIB superior al 3,4%, y ocupa cerca de un millón de personas de forma directa. » Impacto de la cultura y las industrias culturales en el PIB Europeo es de un 4,7%, y ocupa a más de 7,4 millones de personas. Pero más allá del impacto directo en PIB y empleo, son un motor de cambio y transición hacia modelos sostenibles de actividades económicas, en áreas muy diversas que van desde el turismo, el sector agroalimentario, el mundo de los servicios, el diseño y la actividad industrial, o el desarrollo digital. La Comisión Europea ha considerado a la cultura y las industrias culturales como uno de los 14 ecosistemas prioritarios para la recuperación económica post Covidien-19. Es imprescindible que las administraciones públicas Estatal y Catalana, prioricen también los sectores de la cultura por su valor estratégico y de transformación.

Con el dolor por la pérdida de muchas vidas y el impacto de los efectos sanitarios y sociales, los efectos económicos de la crisis pandémica se han hecho notar en todos los sectores de actividad. Pero sin duda en los sectores de la cultura el efecto ha sido catastrófico. Nunca en la historia de los últimos doscientos años, ni en el contexto de los conflictos bélicos de la primera y segunda Guerra Mundial, ni la Guerra Civil española, ni en ninguna otra momento hay constancia de la parada total de la actividad cultural, como la que se produjo cuando se declararon las medidas de confinamiento. Las restricciones posteriores y actuales han alargado la agonía de muchas empresas, instituciones, entidades, artistas y creadores y profesionales de la cultura, haciendo que los efectos de la crisis del Covidien-19 sean devastadores para las artes y la cultura.

La cultura es un derecho y un elemento clave para la calidad de vida, pero además es una inversión. El gasto público genera un impacto muy superior en el PIB, que se traslada también en términos de empleo y de tres otros efectos positivos que tienen que ver con la actividad económica general. La construcción de la oferta turística no sería posible sin la cultura. Por otra parte, la cultura es fundamental para la atracción de talento y es un factor clave en el desarrollo de la economía creativa y las industrias culturales que están relacionadas. Y en tercer lugar, la cultura tiene una capacidad muy importante para generar innovación y competitividad, mejorando el posicionamiento de ciudades y territorios.

Ni la industria turística, ni los grandes eventos y manifestaciones económicas como el Mobile World Congress de Barcelona, ​​o la concentración de empresas con gran capacidad de crear valor añadido, no hubieran sido posibles sin la capacidad de crear atractivo y competitividad de la cultura. En este contexto próximo y global hay que reclamar el rol de la cultura en el proceso de recuperación que debemos emprender con urgencia en Cataluña en el marco del consenso europeo.

Consideraremos que el sector cultural en toda su amplitud y complejidad, es un valor a tener en cuenta por su contribución al crecimiento económico, generación de un sector importante que contribuye al PIB y al mantenimiento de empleo con mucha tradición y resistencia. Aprovechar esta crisis para una transformación de las políticas públicas culturales para adaptarse a las nuevas realidades presentes y en previsión de futuro. Plantear reformas profundas en la institucionalidad cultural que nos hemos dotado para situarlas en los escenarios de las necesidades de los planes de recuperación y resiliencia.

En este marco consideramos imprescindible profundizar en la cultura como derecho fundamental y mantener una tensión para fomentar el igualado al acceso a la cultura y compensar los desequilibrios estructurales para impulsar una verdadera ciudadanía cultural.

De acuerdo con estas consideraciones consideramos imprescindible incorporar la cultura en la agenda del Plan de Recuperación como un agente activo y con muchas potencialidades:

• Para que la cultura y la diversidad de las expresiones culturales son un elemento fundamental del proyecto de la Unión Europea. Hay que fomentar el desarrollo cultural de todos los Estados miembros de la UE y garantizar que ninguna quede atrás por falta de recursos y de inversiones en cultura.

• Para que la relación entre creatividad y procesos de innovación social y económica es una alianza demostrada por su eficacia.

• Para que la cultura, las industrias culturales y creativas aportan valores añadidos a otros sectores relacionados con la transformación digital que tiene una dimensión cultural incuestionable.

• Porque interacción entre la innovación y transformación digital y la cultura, las industrias culturales y creativas es estratégica para el fortalecimiento de la preservación, difusión y desarrollo global de la oferta cultural Europea.

• Para que no se pueden afrontar los retos que tenemos como sociedad sin considerar la importancia del ecosistema cultural como un factor imprescindible para definir nuevos modelos sociales y económicos sostenibles.

• Para que el desarrollo económico y de calidad de vida de Cataluña está relacionada con el atractivo y oferta cultural de las ciudades y territorios. Porque la cultura es un factor de cohesión e inclusión social. Porque la cultura ha sido clave para el posicionamiento internacional de Cataluña y para atraer talento.

• Para que Europa es una idea compartida, y la cultura es esencial para construirla entre todos. Por todo ello, pedimos a las administraciones públicas Estatal y Catalana que la cultura y las industrias culturales formen parte de las prioridades reales con las que se gestionen los fondos europeos de recuperación, resiliencia y transformación.

Barcelona, ​​13 de enero de 2021